Día 12

Arrancamos motores en el tranquilo pueblo de Staunton,Henry nos espera, hemos quedado con el temprano en su granja de conejos, Henry es amable y una bella persona, siempre alegre cuando las ondas de gente entran en su casa, siempre un placer esta visita.





Muy cerca, tenemos una visita que, a los amantes del motor les encanta, un concesionario de coches clásicos americanos impresionante, cientos de coches agrupados en varias naves, algo fuera de lo común y digno de ver




Parada en una gasolinera clásica un buen lugar para hacer unas fotos.


Maravillosas las chicas, siempre sonriendo.


Es hora de tomar un café, paramos en el Ariston, pero los nuevos dueños están de obras, así que nos vamos a un tranquilo pueblo llamado Girard, en el que hay un bonito bar para tomar un café, y nada mas llegar, tenemos una rueda pinchada, lo que a priori debía de ser simple, esta rueda es tubeless, fue otra complicación, la rueda estaba rajada por 2 sitios diferentes, las mechas del kit de reparación no funcionaron, así que tocó llamar a una grúa, y ir a un concesionario a cambiar el neumático.


Nos lo tomamos como debe ser, con alegría, y como parte del viaje, además, el concesionario tenía un buena fiesta montada debido al 115 aniversario HD, y la espera se hizo mas llevadera.


Mientras el resto del grupo siguió camino hacia una parte de la 66 donde se conserva el pavimento original con ladrillos rojos.




Siguiendo camino, an Atlanta, se hace una parada, aunque por el fallecimiento de un vecino del pueblo, estaba casi todo cerrado, pero sirvió como parada de descanso y para sacar unas fotos.



Y ya llegamos al hotel, nos juntamos todos, y a descansar, mañana afrontaremos el último día de viaje.










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